Shaná Tová
Por: Ester Shechter
¡Buen año, dulce y bueno! Estamos apenas comenzando un nuevo año, un nuevo periodo en el que ponemos nuestras mejores intenciones de llevar una vida sana desde el punto de vista espiritual tanto en la relación que tenemos con el Creador como con los demás e incluso con nosotros mismos.
¡Buen año, dulce y bueno! Estamos apenas comenzando un nuevo año, un nuevo periodo en el que ponemos nuestras mejores intenciones de llevar una vida sana desde el punto de vista espiritual tanto en la relación que tenemos con el Creador como con los demás e incluso con nosotros mismos.
Tenemos la mejor disposición para no hacer transgresiones u ofensas, para cumplir mitzvot al pie de la letra, pero… alguien se pone en el camino y de repente ya le estamos gritando o hacemos lashón hará de esa persona hablando mal de ella y, ¡ups! Ya está ahí de nuevo, ya que habíamos comenzado el año con buen pie, volvimos a caer.
En este momento tienes dos opciones, o bien desanimarte y pensar que todos los esfuerzos no sirven de nada o bien pedir disculpas al Creador (y a la persona si es que ofendiste a alguien), rehacerte y llenarte de fuerzas renovadas y continuar adelante, creciendo cada día.
HaShem ha creado todo lo que existe, existió y existirá. Él te ha creado a ti, ¿crees que no sabe cuáles son tus debilidades? ¡Por supuesto que sí! Él sabe qué es lo que te puede hacer caer y qué es lo que te levanta cada día de la cama.
Al conocerte así de bien, el Creador sabe a ciencia cierta cuáles son los puntos que tienes que trabajar y de qué manera puedes perfeccionarlos. Así pues, cuando te encuentres frente a una prueba, ya sea grande o pequeña, piensa que es una oportunidad de oro que HaShem te envía para que puedas mejorarte como persona. Solo Él sabe cuál es la fórmula exacta para pulir esa característica específica que necesitas mejorar.
Por otro lado, es normal que estas pruebas te resulten difíciles, que te desanimen incluso, pero siempre debes tener en mente que no son más que una muestra de atención por parte de Di-s. Él quiere que mejores tus cualidades y te está poniendo en bandeja la oportunidad de que lo hagas. Es necesario que lo entendamos de esa manera y no como un castigo. Recuerda siempre que HaShem es “lento para la ira y abundante en misericordia” (Salmos 103:8)
Aquí tienes una plegaria para ayudarte en estos momentos en los que se te haga difícil superar estas pruebas:
“Dios del Universo, misericordioso y benevolente, ayúdame a ver lo bueno de cada prueba. Que cada prueba que se presente en mi vida lo vea como una oportunidad de crecimiento y no como un obstáculo. Que tenga siempre la fuerza y la emuná para sacar lo mejor de mí y superar cada prueba con éxito.”
- 0 comment